De Plataformas a Protocolos

¿Por qué necesitamos redes abiertas?

Veamos lo siguiente: Buber es la principal aplicación de transporte automóvil en el país “A”. Buber cobra una comisión importante a los conductores y también cobra injustamente al pasajero. A pesar de esto, a ambos no les queda de otra que utilizar Buber debido a los fuertes efectos de red que se derivan de la agregación de un número alto de conductores y pasajeros, lo que crea un monopolio virtual. ¿Te suena? Entonces sigue leyendo.

Cada día son más los servicios que se digitalizan, a menudo impulsados por plataformas privadas que han alterado a los proveedores de servicios tradicionales. Los fuertes efectos de red y, por tanto, la concentración de datos en estos pocos grandes actores es un patrón que estamos observando. Los mercados de circuito cerrado o “closed-loop” son la norma. Las aplicaciones no son interoperables y todas las empresas individuales tienen que resolver todas las partes del ciclo de transacción, es decir, discovery, solicitud, fulfillment y pos fulfillment.

Aunque un modelo dirigido por agregadores (donde los proveedores de servicios como los usuarios finales se incorporan a la misma plataforma) parece funcionar, no es escalable más allá de cierto límite. Además, los grandes agregadores suelen adoptar políticas empresariales que no son favorables ni para el proveedor de servicios ni para el usuario final.

Los datos en silos, prácticas monopolísticas abusivas, falta de escalabilidad y exclusión de determinados segmentos de la población, todo esto indica que debemos dar un giro de las “plataformas” a las “redes”. Imagina transacciones descentralizadas, fiables y de bajo costo a gran escala: ¡a eso es lo que las redes abiertas apuntan!

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